Marcin Runowiecki R-Design
Colección especial
Diseñar interiores es mi lenguaje natural.
Desde hace años diseño interiores que no solo son funcionales, sino también acogedores. Espacios donde uno puede encontrarse a sí mismo y relajarse. Todo comienza con las proporciones, la luz y el material. Ellos construyen la atmósfera.
No busco el efecto, busco la armonía. Los interiores que diseño tienen su ritmo, su tono. No abruman. Son sólidos, libres, pulidos.
De la necesidad de desarrollar este lenguaje hacia algo más personal, surgió la colección de gráficos y murales originales. No fue un plan ni una estrategia. Fue un paso natural, una continuación de la conversación sobre el espacio.
Los gráficos y murales se convirtieron en un capítulo independiente de mi trabajo. No son decoraciones. No son accesorios. Los considero elementos del interior, equivalentes a un mueble, a la estructura de la pared o a la luz. Su función no es destacar, sino estar presentes de manera sutil. Actuar en segundo plano, pero con carácter.
Apuesto por una composición equilibrada: color, textura y forma siempre funcionan juntos. Los diseños están pensados para armonizar con el interior, no competir con él. Invitan a la calma. A respirar. Al silencio en el que uno se siente bien.
Las inspiraciones llegan sin prisa.
La mayoría de las veces de cosas aparentemente insignificantes: un trozo de hoja pegado en la ventana, el juego de luces en la pared en un día nublado, el reflejo en el agua que dura un segundo. Son silenciosas, a veces casi imperceptibles. Pero es de estos detalles de donde nace el ambiente.
Lo que se encuentra en esta colección no es una descripción de la realidad, más bien es un eco de momentos. Es el registro de emociones, ritmo, estructura. Formas que no siempre se pueden nombrar.
A veces son referencias vegetales, no directas, más como una impresión. Otras veces, vetas naturales en la piedra, el movimiento del agua o una sombra que se desplaza. En esta colección hay mucha intuición, suavidad, sugerencias naturales.
Pienso de manera abstracta y emocional. No copio la naturaleza, más bien extraigo lo que me conmueve: el espacio, el movimiento, la fluidez. No busco literalidad ni simetría. Me gustan los momentos en los que algo se difumina, se desplaza, no termina.
Lo más valioso a menudo está en el límite de lo visible.
Los gráficos y murales se crean en el ritmo del trabajo de diseño, como una extensión de este. Siempre pensando en los interiores donde estarán. Son como una capa suave, complementan las proporciones, resaltan la paleta de colores, completan la arquitectura de la luz.
Es importante para mí que estos diseños permitan que el espacio respire.
Que sean un fondo que no se silencia, pero que tampoco grita.